Marlene Núñez Ramírez
Conjunción delincuencial, mata a un escolar.
Lamentablemente, en el accidente de tránsito en que murió Esteban Hermosilla Fuentes, el azar juntó a dos tipos de delincuentes para conjugar la tragedia. Por un lado a los ladrones de un celular y por otro, a la persona que decidió tomarse la justicia en sus manos.
Ambos son igualmente responsables de este accidente, que como casi todos los accidentes, se pudo evitar. Así como los ladrones tenían amplio prontuario en delitos comunes, este señor de 75 años, conocido como “El Mayor” o “El Justiciero”, también tenía antecedentes similares, al creerse una especie de policía comunitario, “un alguacil”, que parece haber estado esperando la oportunidad de una acción como la que protagonizó, dados los elementos que portaba.
En su cuenta de Facebook, esta persona dice pertenecer al grupo “Lealtad y Honor por Carabineros de Chile”. Desde Carabineros confirmaron que el detenido no es funcionario policial ni ha pertenecido a la institución en el pasado.
Si el Administrador de Empresas, José Luis del Real Pérez, tiene sus facultades mentales perturbadas, no debió estar circulando tan libremente, al igual que los delincuentes con el amplio prontuario policial, en delitos comunes.
En más de algo falla nuestra sociedad en este tipo de situaciones, que no se resuelven correctamente. Hay una responsabilidad, que no solamente alcanza a las instituciones creadas para gobernarnos, supuestamente, cuidándonos, sino además, corresponde a todas las personas que habitamos este país; que si no entendemos con claridad la raíz de este tipo de problemas, difícilmente empujaremos la mejor manera de solucionarlos.
En el furgón para el transporte escolar en que falleció Esteban, apodado cariñosamente “El Chispita”, niño de 12 años, alumno del 6º año básico del Colegio Rafael Sanhueza Lizardi; además viajaban otros 5 escolares, aparte del conductor y su acompañante, responsable del cuidado de los niños dentro del vehículo; todos resultaron heridos de diversa gravedad, pero fuera de riesgo vital.
El accidente se produjo el lunes 20 de octubre, alrededor de las 16 horas, en la intersección de calles Santos Dumont con Humorista Carlos Helo, en el sector de Patronato; cuando el auto en que huían los antisociales no se detuvo en el cruce de las calles mencionadas, irrespetando la señal de ceda el paso e impactando al furgón escolar, que terminó volcado en la calzada.
Sin duda el conductor del auto que chocó al furgón escolar, manejaba de manera imprudente, precisamente porque huía de la persecución del auto con baliza encendida, manejado por José Luis del Real.
Los ladrones eran perseguidos tenazmente por el aparente policía, debido a que hacía unos minutos le habían robado un teléfono móvil a una mujer en Avenida Perú. Por eso este hombre, que fue testigo del hecho, decidió perseguirlos.
Sin embargo, ahora se sabe que el conductor responsable del impacto, dio positivo en consumo de cocaína; lo que explica mejor su estado alterado y agrava su delito por la muerte de Esteban, por el daño físico y psicológico del resto de las víctimas y también, por el daño a la propiedad privada y pública.
Pero, la situación de los ladrones del celular y, especialmente la del conductor que chocó con el furgón escolar, no disminuye ni anula los delitos cometidos por “El Justiciero”. Los civiles no pueden portar baliza en sus autos y menos aún usarla, en una persecución a delincuentes, porque tampoco le corresponde a un civil tomarse esas atribuciones, por más impotencia que produzca ser testigo de la comisión de delitos o, ser víctima de ellos.
Solamente las policías pueden decidir una persecución y normalmente no lo hacen ante un delito como el hurto, que es la tipificación del robo de un teléfono móvil o celular; porque de hacerlo, se expone a los transeúntes a tipos de accidentes, como el ocurrido esta vez, en donde el falso policía, tiene una enorme y crucial responsabilidad.
Además, este señor de supuestas buenas intenciones, estaba equipado con diversos implementos de uso policial, incluidas las esposas que usó con los antisociales luego del choque. Él mismo comentó públicamente, que los esposó, para que no huyeran del sitio del accidente. Esto refuerza la posibilidad de que haya estado esperando toparse con la situación, de recompensa a su delirio de "justiciero" o de "alguacil".
Por otro lado dijo, que se quedó cerca de ellos y tuvo que dar de bastonazos a personas indignadas que querían darles una paliza, luego de que se dieron cuenta que había un niño fallecido, como resultado del accidente.
Da impotencia darse cuenta de que tantas personas quieran hacer justicia con sus propias manos en este tipo de situaciones u otras similares. Aunque se sabe que esta reacción instintiva es parte de un estado alterado ante un hecho traumático y, que lo que actúa es el instinto de sobrevivencia, que es capaz de responder subido de revoluciones; es frustrante que la gente no visualice que está claramente siendo orientada a la percepción exagerada de inseguridad y, culturalmente, está evidentemente preparada para castigar con rigor sobredimensionado, solamente a cierto tipo de delincuentes, sin darse cuenta que personas que actúan como “El Justiciero”, por ejemplo, también lo son y pueden hacer mucho daño, como en este accidente que genera tanta tristeza e impotencia, porque la consecuencia más grave ha sido la muerte de un niño.
¿Acaso el delito de usurpación de funciones de las policías, es menos grave que el hurto de un celular? Cabe recordar que el robo de un celular se califica como hurto, es decir, un delito menor.
Eso parece, porque los que chocaron por huir de su persecutor, están en prisión preventiva y quien les perseguía, no. A pesar de su acusación de usurpación, no se le imputa responsabilidad alguna en la muerte de Esteban, pero, la tuvo. Aunque esa responsabilidad esté aparentemente no visualizada porque en la persecución “hubo buena intención”.
¿Entonces el delito de usurpación de funciones es válido, si se usa para un fin que se considere positivo?
Ahí es donde el relato político de “la seguridad”, mal usado, hace daño e influye negativamente en nuestra cultura.
No se puede negar que este relato existe, porque los políticos en campaña lo están utilizando. Usan esta tragedia, como tantas otras para exacerbar ánimos electorales intentando capitalizar votos. Y la prensa es cómplice, especialmente la que apoya a la derecha, que es extrema en todas sus expresiones, porque sus tres candidatos oficiales, han apoyado y siguen apoyando la imposición del modelo neoliberal, por la fuerza criminal de un Golpe Civil Militar, con el que han estado y siguen estando abiertamente de acuerdo.
A José Luis del Real Pérez se le levantaron cargos de usurpación, pero quedó sin prisión preventiva, en espera de su citación. No tiene vínculos con Carabineros, pero portaba piochas, esposas, bastón retráctil y una corbata de la institución, hechos que se suman a un antecedente de 2010 cuando fue detenido por circular con baliza, logos de la Cámara de Diputados y porte ilegal de armas. No es novato en este tipo de delitos, pero se subestima su peligrosidad.
Ante la tragedia, el ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, confirmó que el Gobierno presentará una querella por homicidio contra los dos ocupantes del vehículo que provocó el accidente; el conductor de 31 años, Claudio Enrique Gaete Quiroz y su acompañante de 28 años, Iván Esteban Gómez Obreque. Es decir, el Gobierno descarta la responsabilidad de “El Justiciero” en la tragedia, lo mismo que el fiscal del caso, Manuel Silva, de la Fiscalía Centro Norte, quien especifíca que José Luis del Real Pérez, no tiene responsabilidad en la colisión de los vehículos.
Literalmente, por supuesto que no la tiene. Su auto no chocó. Pero, en el hecho de que realizaba esta persecución completamente anormal y delictiva, que provocó la huída irresponsable de los antisociales, sí la tiene. Y es impresionante que autoridades del Poder Judicial y del Gobierno, no reconozcan esa responsabilidad.
También es impresionante que medios de comunicación hegemónicos vayan más lejos aún, al punto de considerar heroica, la irresponsable acción del falso alguacil, que sin duda colaboró en la muerte de Esteban Hermosilla Fuentes, escolar de 12 años.
Vergonzoso e inaceptable es también el aprovechamiento político de las candidaturas de derecha, incluidas las candidaturas presidenciales, que usan esta tragedia para reforzar su tema cliché, "la seguridad", visto desde la perspectiva del castigo, con proposiciones efectistas que rondan en lo ridículo, desconociendo completamente las aristas de la prevención. Cosa que, por supuesto no es accidental, porque de ocuparse del problema intentando evitar que se produzca, lo que tendría que cambiar es la enorme desigualdad de oportunidades sociales que existe en nuestro país. Y ese no ha sido ni es tema para ellos, que atornillan para que esta desigualdad exista y se sostenga.
